Ajusta tus horarios de entrenamiento: Con días más cortos y temperaturas más frescas, es posible que necesites ajustar tu horario de entrenamiento para aprovechar la luz solar y evitar las temperaturas más frías.

Mantente abrigado: Usa ropa adecuada para mantenerte abrigado durante tus entrenamientos al aire libre. Opta por capas que puedas quitar fácilmente a medida que te calientes.

Hidrátate adecuadamente: Aunque no sientas tanta sed como en verano, sigue bebiendo suficiente agua antes, durante y después de tus entrenamientos para mantenerte hidratado.

Protege tu piel: Aunque las temperaturas sean más frescas, aún estás expuesto a los rayos UV del sol. Usa protector solar en áreas expuestas de la piel durante tus entrenamientos al aire libre.

Adapta tu rutina: Aprovecha las actividades estacionales como correr en senderos con hojas de otoño o practicar deportes de equipo de temporada como el fútbol o el fútbol americano.

Mantén la motivación: Con el cambio de estación, es posible que te cueste más mantener la motivación para entrenar. Encuentra compañeros de entrenamiento o establece metas específicas para mantenerte enfocado.

Recupérate adecuadamente: El otoño es un buen momento para enfocarte en la recuperación. Asegúrate de incluir estiramientos, masajes y días de descanso en tu rutina para evitar lesiones y mejorar el rendimiento.

Cuida tu salud mental: Con la llegada del otoño, es común experimentar cambios en el estado de ánimo. El ejercicio regular puede ayudar a mejorar tu salud mental y reducir el estrés asociado con el cambio de estación.

Aprovecha los productos de temporada: Incorpora frutas y verduras de temporada en tu dieta para obtener los nutrientes necesarios para mantener tu energía y salud durante el otoño.